¿De qué lado está el Sr. Zapatero?

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El expresidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, defendió en una reciente columna publicada en un medio estatal chino la necesidad de que el mundo acepte y se adapte al papel cada vez más determinante de China en el tablero geopolítico internacional.

En su artículo titulado ‘China global para un futuro común de certezas y esperanza‘ el expresidente animó a “dejar de lado cualquier sesgo cultural, social o político que podamos tener, como individuos y sociedad, mientras nos preparamos para adquirir conocimiento de la realidad del país [China] con el que estamos tratando“.

Imagino que cuando habla de “sesgo” se refiere a los valores humanos y democráticos que hace que nos horroricemos ante las continuadas y atroces violaciones de derechos humanos que el régimen dictatorial chino comete contra su propio pueblo desde hace décadas (extracción forzada de órganos de presos de conciencia, campos de trabajo, exterminio de minorías étnicas y religiosas, falta absoluta de las más básicas libertades, entre otras muchas barbaridades) y nos concentremos en lo que de verdad interesa: ¿cómo podemos ganar dinero?

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“Un mundo multipolar que necesita multilateralismo y gobernanza global requiere la construcción de una comunidad política global más perfecta que comprenda y acepte que el bienestar y el futuro de todos y cada uno de los países depende de la cooperación y el consenso internacional”, aseguró el socialista.

Aquí reconozco que se me escapa como un régimen que no respeta ninguna de las reglas del juego de la comunidad internacional puede contribuir a la “construcción de una comunidad política global más perfecta“.

Igual cabe preguntarse: ¿más perfecta para quién? Para el pueblo chino sin libertad y esclavizado seguro que no. Para los trabajadores y emprendedores de los países que sí tienen que respetar las estrictas normativas vigentes (laborales, medioambientales… etc) mientras pagan religiosamente sus impuestos y por tanto no pueden ni de lejos competir, me parece a mi que tampoco.

El Sr. Zapatero no oculta la admiración que siente por el gigantesco cambio protagonizado por el país asiático en apenas unas décadas y que, según él, se basa en tres pilares fundamentales:

El primero, el progreso económico y social; la segunda, la apertura económica al mundo; y el tercero, el multilateralismo en sus relaciones internacionales, siempre basado en el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países, coherente con la rigurosa defensa de China de su soberanía y el principio de ‘una sola China‘, principio este último que asegura que él mismo ha “defendido como parte central de la identidad de China“.

El expresidente hizo un repaso de versión oficial del Partido Comunista Chino de la historia reciente de China y destacó con admiración los que considera como enormes logros del régimen autoritario del Partido Comunista Chino, al que no menciona por su nombre ni una sola vez.

Para justificar su admiración recurre a las espectaculares cifras, que la propaganda del PCCh repite como un mantra, de los 800 millones de chinos que el régimen sacó de la pobreza. Eso sí, omite que fue precisamente Mao Zedong quien terminó de hundir a China en la más absoluta pobreza sembrando el reino central con los cadáveres de los 45 millones de almas que mató de hambre durante el ‘Gran Salto Adelante‘ en la década de los años 50.

Pero claro, si son ‘multilaterales’ se les perdona todo.

El principio de no injerencia merece un artículo aparte…

Mientras el régimen inunda las universidades de todo el mundo con estudiantes aglutinados alrededor de asociaciones financiadas por el Departamento de Trabajo del Frente Unido para ejercer censura y difundir la narrativa de la dictadura comunista, occidente no puede sacar a relucir en negociaciones comerciales que los productos que nos venden a precios irrisorios están producidos por millones de esclavos encerrados contra su voluntad en campos de trabajo.

Mientras las embajadas movilizan a la diáspora china, férreamente controlada desde Pekín, a atacar y amedrentar a activistas que denuncian los crímenes del régimen en países libres, no se le ocurra a ningún representante político siquiera felicitar a la presidenta de Taiwán por su reelección.

Mientras las embajadas y consulados se permiten sobornar, chantajear y amenazar a teatros de todo el mundo para que no alquilen sus escenarios a una compañía de danza clásica china de primer nivel como Shen Yun Performing Arts, que a ningún miembro de la NBA se le ocurra mostrar su apoyo a los manifestantes prodemocracia de Hong Kong.

Lo verdaderamente escalofriante no es que la dictadura china trate de imponer líneas rojas a los demás mientras ellos campan a sus anchas censurando, amenazando, chantajeando y sobornando en las sociedades ajenas. Lo terrorífico es que los líderes políticos de esos países no solo se lo permitan, sino que le asistan en esa tarea.

Pero volvamos al artículo del exlíder socialista.

El Sr. Zapatero comparó también el ascenso de China con el liderazgo estadounidense nacido del “compromiso con el orden internacional tras su participación decisiva, con Rusia, en la Segunda Guerra Mundial para derrotar al fascismo, sin olvidar la resistencia europea y el papel de China en el teatro asiático. Los futuros liderazgos no vendrán del unilateralismo ni del ensimismamiento“.

¿Rusia? ¿Y luchando para “derrotar al fascismo”? Un expresidente del gobierno español y abogado, para más señas, no sabe que durante la Segunda Guerra Mundial no existía Rusia como país, sino la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, la primera dictadura comunista de la historia? ¿Tampoco sabe que Stalin no luchó ni mucho menos para derrotar al fascimo, sino contra Hitler, líder del partido Nacional SOCIALISTA, quien fue su aliado durante un tiempo y que más tarde se convirtió en su adversario?

Seguro que sí, pero hay que evitar la palabra ‘comunismo’ a toda costa y disfrazar a la Unión Soviética [responsable de la muerte de unas 70 millones de personas] y a la dictadura china, [que por su parte acabó con la vida de, al menos, 100 millones de personas], con los ropajes del ‘antifascismo’, el ‘multilateralismo’ o la ‘gobernanza global’, que suenan mucho más progresistas y menos sangrientos.

Otra cosa que el Sr. Zapatero considera un gran logro es la actual relación de la Unión Europea con el régimen chino: “Los lazos políticos, diplomáticos y comerciales entre ellos se han profundizado en los últimos 40 años, no sin dificultades, por supuesto, pero con un resultado claramente positivo en temas como la confianza y el interés mutuo y una visión compartida del libre comercio frente al proteccionismo y del multilateralismo frente al unilateralismo“.

¿Con ‘libre comercio’ se refiere por ventura al robo de patentes, al espionaje industrial, al dumping o a la competancia desleal que las empresas chinas ejercen sin vergüenza en todo el mundo?

¿Cuando el Sr. Zapatero habla de “proteccionismo” se refiere a las gigantescas trabas que las empresas extranjeras encuentran en China, donde tienen que entregar su tecnología al régimen para poder operar allí además de aceptar que un espía del PCCh se siente en su junta directiva para supervisar que los intereses del régimen están en todo momento protegidos?

Pues no. Cuando el Sr. Zapatero y muchos otros líderes globalistas hablan de “proteccionismo” se suelen referir a aquellos líderes, como el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se niegan a jugar con las cartas marcadas y a sacrificar la prosperidad de sus empresas y de sus ciudadanos exigiendo que el régimen juegue según las mismas reglas que el resto.

La fascinación del Sr. Zapatero por los regímenes autoritarios no es un secreto. Ya en 2020, el exlíder socialista dijo en una conferencia virtual del Grupo de Puebla [foro que aglutina a los líderes social-comunistas de Iberoamérica varios de ellos condenados por corrupción] su deseo de que “China ponga a Estados Unidos en una situación imposible“. Es decir, desea que una dictadura genocida y tramposa ponga en apuros a nuestro más importante aliado militar, una democracia centenaria, primera potencia mundial y el principal socio comercial de España fuera de la Unión Europea.

¿De qué lado está el Sr.Zapatero?

La guinda del pastel la puso el propio China Daily al final del artículo dejando claro que: “El autor es ex primer ministro de España. Las visiones no representan necesariamente las de China Daily”.

Pues nadie lo diría…

 

 

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