La República Popular China se ha convertido en apenas 30 años en la segunda economía del mundo, solo detrás de Estados Unidos, protagonizando una carrera fulgurante que provoca tanta admiración como escepticismo.

El mundo libre ha ayudado enormente a este espectacular crecimiento con la esperanza de que el ascenso de China llevara la democracia al país asiático y lograra, poco a poco, desterrar la férrea dictadura comunista que ha causado la muerte de más de 80 millones de personas en sus casi 70 años de historia.

Sin embargo, esto no está sucediendo.

Muy al contrario, la emergencia del régimen chino como una potencia tecnológica únicamente ha servido para dotar a la dictadura de métodos de control mucho más sofisticados y eficaces: aplicaciones móviles con sistemas de créditos de ‘buen ciudadano’, cámaras de seguridad dotadas con programas de reconocimiento facial, etc…

Es más, cada vez son más los informes que corroboran que el régimen chino tiene un objetivo muy claro y definido, que es justo lo contrario de lo que se esperaba: el PCCh lleva desde el año 1949 planeando convertirse en la potencia hegemónica mundial e imponer su modelo al resto del planeta.

El experto en China Michael Pillsbury ha bautizado este proceso como ‘La maratón de 100 años’.

¿Cómo está el régimen chino logrando esa hegemonía? Lo primero es desbancar y sobrepasar al actual poder hegemónico, Estados Unidos.

Con un poderío económico espectacular, el PCCh se está infiltrando en los núcleos de poder e influencia de todos los países del mundo, en un intento de aislar a Washington.

Un ejemplo claro lo tenemos en los enormes esfuerzos diplomáticos, empresariales, sociales y culturales que el régimen comunista chino está realizando en Europa, Latinoamérica, Asia y África para implantar la tecnología 5G de sus empresas, por ley sujetas al régimen de Beijing.

En este contexto geopolítico, España se ha convertido en un punto estratégico para difundir la influencia china en Europa y prácticamente todas los sectores de nuestra sociedad han sido infiltrados por personas, organizaciones o empresas chinas.

Y cabe hacerse una pregunta clave: en esta contienda por la supremacía mundial, ¿dónde se está posicionando España?

En China Watch Institute analizaremos, de manera objetiva y sin censura, el papel de nuestro país en este proceso a la vez que revelaremos la densa tela de influencias que el régimen comunista chino ha ido tejiendo en España desde hace más de 30 años.