Una denunciante de las Naciones Unidas acusó a la oficina de derechos humanos de la organización en Suiza de proporcionar al gobierno chino los nombres de disidentes que acudían al organismo a denunciar los abusos cometidos por la dictadura china.
Emma Reilly, una empleada de la ONU que alegó por primera vez la práctica en 2013, dijo en una carta del 21 de octubre a altos diplomáticos estadounidenses y miembros del Congreso, “La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH) aparentemente continúa proporcionando a China información sobre si los defensores de los derechos humanos nombrados planean asistir a reuniones” en Ginebra.
En la carta de Reilly, que incluía un anexo de un correo electrónico en el que se mostraba que se habían entregado los nombres, se afirma que entre los activistas objeto de la campaña figuraban disidentes tibetanos y uigures, algunos de los cuales eran nacionales y residentes de los Estados Unidos.
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Según Reilly, la solicitud de China de los nombres fue aceptada aunque, al parecer, se denegó una oferta similar de información de Turquía.
Las Naciones Unidas han negado rotundamente la entrega de los nombres.
Sin embargo, Reilly dice que ha enfrentado represalias de sus superiores en la OACDH desde que presentó su queja. A pesar de que ella denunció por primera vez en 2017, Reilly no ha hablado con los medios de comunicación hasta muy recientemente.
Emma Reilly, una empleada de la ONU que denunció por primera vez la práctica en 2013, dijo en una carta del 21 de octubre a altos diplomáticos de EE. UU. y miembros del Congreso: “La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH) aparentemente continúa proporcionando a China información anticipada sobre si los defensores de los derechos humanos nombrados planean asistir a reuniones” en Ginebra, según reportó Fox News.
Sin dejarse intimidar por los riesgos de hablar a los medios de comunicación, Reilly, que tiene doble nacionalidad irlandesa y británica, declaró recientemente a Fox News: “En lugar de tomar medidas para impedir que se entreguen los nombres, la ONU ha centrado su energía en tomar represalias contra mí por atreverme a denunciarlo”. He sido condenada al ostracismo, difamada públicamente, privada de funciones, y mi carrera ha quedado destrozada”.
Reilly alega que la oficina de derechos humanos de la ONU está tratando de ganarse el favor de Pekín.
“Públicamente, la ONU simplemente ha mentido y ha afirmado que los nombres nunca fueron entregados a China. En el juicio, sin embargo, la ONU argumentó que no era razonable que yo creyera que cualquiera de los principios fundacionales de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU – no hacer daño, tratar a todos los estados por igual, y proteger la información sensible – podría tener prioridad sobre la mera posibilidad de una mejor relación política con China”.
En la lista de nombres que se entregó, Reilly alega, había varios destacados activistas uigures.
Human Rights Lawyer Emma Reilly reveals that the UN is actively sharing the names of Uyghur dissidents with the Chinese Government, telling Maajid Nawaz the actions of the UN here are 'criminal.'@MaajidNawaz pic.twitter.com/tiaEVg5YVp
— LBC (@LBC) November 1, 2020
Dolkun Isa, presidente del Congreso Mundial Uigur (WUC por sus siglas en inglés), expresó su frustración por la forma en que la oficina de derechos humanos de la ONU manejó la situación. “No está nada claro para mí, lo que es en realidad el problema en sí mismo.” Isa dijo. “…Hay muy poca transparencia en torno a este tema hasta el día de hoy.”
En julio, la organización de Isa declaró: “Los esfuerzos de la WUC para obtener la confirmación de si a China todavía se le proporciona información anticipada sobre nuestro trabajo no han tenido éxito. No sólo la ONU no cumple con su obligación de denunciar los abusos de los derechos humanos de China contra los uigures, sino que incluso ayuda a China proporcionando los detalles de los activistas uigures que planean hablar”.
El régimen chino fue acusado de poner hasta un millón de uigures y otras minorías musulmanas en campos de trabajo en el noroeste del país para “reeducación”.
Un portavoz del senador Ted Cruz, republicano de Texas, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y uno de los principales partidarios de los disidentes chinos, dijo a Fox News: “Si los informes sobre la ONU poniendo en peligro la seguridad de los disidentes chinos al entregar información sobre ellos al gobierno chino son ciertos, confirmaría las críticas de que la ONU es una guarida de villanos que se inclinan ante los peores regímenes del mundo mientras atacan a las democracias”.
El portavoz añadió: “La ONU, como organización internacional, debería resistir la coacción del Partido Comunista Chino, no sucumbir a ella”.
La ONU niega la práctica, llamando a las alegaciones una “distorsión”.
Rolando Gómez, un portavoz del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la OACDH, dijo a Fox News: “Espero poner… esta distorsión, diría yo, a descansar. Bajo ninguna circunstancia la Oficina del Alto Comisionado divulgó los nombres de los defensores de los derechos humanos que venían al consejo”.
Sin embargo, Reilly discrepa de la respuesta de la ONU.
“Cuando los disidentes chinos vienen a la ONU para hablar de los abusos de los derechos humanos, lo último que esperan es que la ONU los denuncie a China. He estado pidiendo a la ONU que detenga esta horrible práctica, e investigue a los responsables, durante casi siete años. La ONU se ha negado sistemáticamente a actuar”.
Hillel Neuer, director ejecutivo de U.N. Watch, una organización de derechos humanos con sede en Ginebra, dijo a Fox News que en los últimos cinco años China se ha vuelto “cada vez más agresiva al tratar de sofocar, silenciar y aplastar hasta la más mínima crítica de cualquier actor de la ONU”.
Neuer, que había planteado anteriormente el caso de Reilly en la ONU, dijo que parecía que la oficina de derechos humanos era susceptible de tal presión y señaló que “China puede posiblemente perjudicar la carrera de un empleado de la ONU si no sigue sus dictados”.
Reilly se mantuvo firme en su decisión de denunciarlo:
“Los gerentes de la oficina de derechos humanos de la ONU a menudo preguntan por qué hablé… parece que no entienden cómo podría priorizar yo la vida y la seguridad de los activistas de derechos humanos sobre mi propia carrera”.
El 5 de marzo el portavoz del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, negó que el organismo mundial entregara a Pekín los nombres de los disidentes chinos, y dijo que nunca sufrieron ningún daño.
Sin embargo, Reilly rechazó completamente esta respuesta de la ONU y aseguró que esta práctica ha estado sucediendo hasta, como mínimo 2019. Para respaldar sus afirmaciones la abogada presentó numerosos documentos y pruebas que se pueden encontrar en este artículo de UN Watch. Asimismo recalcó que, a día de hoy, no hay ninguna investigación en curso para aclarar este asunto.
Fuente Fox News.
