Hay dos diálogos y conversaciones importantes esta semana para el Partido Comunista Chino (PCCh). Uno es el diálogo chino-estadounidense “2+2” que se llevará a cabo en Alaska, y el otro es una discusión entre funcionarios de Pekín y los de diferentes sectores en Hong Kong. El PCCh afirma que el primero es un diálogo estratégico entre China y Estados Unidos, mientras que el segundo es una escucha sincera de opiniones de todos los ámbitos de la vida en Hong Kong sobre la reforma electoral. Realmente, el PCCh se maneja habitualmente en este tipo de diálogos y foros como medio de autoengaño. No hay fe en sus palabras y todas las promesas pueden romperse en cualquier momento. El PCCh se enorgullece de este tipo de diálogo y conversaciones, pero son sencillamente una desvergüenza.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitió una declaración el 11 de marzo en la que afirmó que, en respuesta a una invitación de Estados Unidos, el director de Asuntos Exteriores del PCCh, Yang Jiechi, y el ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, se unirán al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y al consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, para una reunión en Anchorage (Alaska) del 18 al 19 de marzo para un “diálogo estratégico de alto nivel entre China y Estados Unidos”. Esta declaración es la forma que tiene China de mostrar a su pueblo que esta reunión 2+2 es el diálogo de más alto nivel entre China y EE. UU. desde que Biden asumió el cargo, y que la administración de Biden ya está cediendo y volviendo a la senda de los diálogos estratégicos chino-estadounidenses. Es otra gran victoria para la diplomacia de Xi Jinping.
Sin embargo, Blinken inmediatamente después declaró en una audiencia en el Congreso de Estados Unidos que esta reunión no era un diálogo estratégico, y que Estados Unidos no tiene intención de continuar los contactos de seguimiento por el momento. ¡Vaya bofetada a China!. Incluso, Blinken subrayó que antes de reunirse con los chinos, él y el secretario de Defensa Lloyd Austin visitarán primero Japón y Corea del Sur. Se informó también de que, tras las conversaciones 2+2, Estados Unidos y Japón emitirán una declaración conjunta, quizá para criticar a China por cambiar unilateralmente el statu quo en el Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional. Sumando dos y dos, se puede ver que el equipo de Biden está manteniendo la debida vigilancia y presión en su diálogo con China, y no cayó en las mismas trampas de diálogo chino-estadounidense durante la era Obama, o los primeros días de la administración de Trump.
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Independientemente de que la conversación 2+2 entre China y Estados Unidos tenga resultados reales, siempre satisfizo las necesidades de China de hacerse notar, permitiéndole decir a su pueblo chino que tiene el control de la relación entre China y Estados Unidos. Del mismo modo, la actuación de diálogo que el PCCh comenzó a montar desde ayer con los representantes de Hong Kong también fue principalmente para quedar bien, para decir al pueblo chino e incluso al mundo que tiene el control total de las elecciones en Hong Kong, y que Xi Jinping tiene otra gran victoria en su política de Hong Kong.
En la lista publicada por los medios de comunicación estatales, además de tres secretarios principales del gobierno de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, y miembros del Consejo Ejecutivo, hay también miembros del Consejo Legislativo y representantes de diferentes industrias. Si la reunión 2+2 chino-estadounidense es un diálogo estratégico de alto nivel entre China y Estados Unidos, el diálogo de 1.000 personas entre los funcionarios del PCCh y los hongkoneses debe ser una sincera toma de opiniones de todos los ámbitos de la vida en Hong Kong.
Sin embargo, seguramente estas 1.000 personas designadas representan como mucho el 40% de la opinión pública de los no demócratas de Hong Kong, ¿verdad? No son más que loros encerrados en una jaula por Zhang Xiaoming. No se les permite ser creativos, sino que sólo pueden repetir como loros la protección de la decisión del 11 de marzo de la Asamblea Popular Nacional, o intentan llevarse unos cuantos bocados más del pastel del comité electoral.
Los hongkoneses están acostumbrados a este tipo de predicación del decreto imperial y de la lealtad en nombre de la escucha de opiniones espectáculo. En marzo de 2013, Wang Guangya y Qiao Xiaoyang se reunieron con legisladores pro PCCh en Shenzhen para transmitir el decreto imperial del patriotismo de “amar al país y amar a Hong Kong”. En agosto de 2019, Zhang Xiaoming y Wang Zhimin tuvieron una reunión con representantes de todos los sectores de Hong Kong para entregar el decreto imperial de detener la violencia y combatir el caos. En junio de 2020, Zhang Xiaoming y Luo Huining celebraron 12 seminarios en Hong Kong sobre la ley de seguridad nacional, para recoger el apoyo unánime a la ley de seguridad nacional de diferentes sectores.
Estas conversaciones se convirtieron en el telón de fondo para que el PCCh promueva su escucha sincera de la opinión pública en el país y en el extranjero. Las promesas hechas durante el proceso, como el sufragio universal para la elección del jefe del Ejecutivo o que la ley de seguridad nacional no afecta a los derechos humanos de Hong Kong, se esfumaron.
Además, ciertos fanáticos de la persecución política clamaron que la decisión del 11 de marzo es un gran salto para Hong Kong hacia la democracia. Quien se muestre escéptico o se oponga a ella supondría una violación de la ley de seguridad nacional. Como tal, la decisión del 11 de marzo fue un decreto imperial, y la ley de seguridad nacional es la espada imperial plenipotenciaria que determina quién se sentará en el trono del jefe del Ejecutivo, así como los escaños del Consejo Legislativo.
También es la única que decide quiénes violan la ley de seguridad nacional y quiénes deben ser detenidos, procesados y puestos entre rejas. Luo Huining dijo que el Comité Electoral es ampliamente representativo y puede superar las limitaciones de los intereses de un sector, una región y un grupo específicos. Claro, ¿cómo puede un Comité Electoral nombrado por el gran, glorioso y correcto partido no trascender las limitaciones de los intereses de sus respectivos sectores, organizaciones y Hong Kong, y poner el interés del partido por encima de todo?
A partir de ahora, no se trata de un diálogo estratégico chino-estadounidense sólo porque el PCCh lo dice; la ley de seguridad nacional de Hong Kong y la reforma electoral, ¿lo son porque el PCCh lo dice? En el fondo se sabe que la eficacia de los diálogos auto engañados está disminuyendo, pero para aparentar, el PCCh va a seguir manteniendo estas conversaciones y charlas descaradas para salvar la cara.
Este artículo fue publicado en Apple Daily el 16 de marzo de 2021.
Autor: Li Ping
