Reporteros sin Fronteras: El régimen comunista chino persigue un ‘nuevo orden mundial’ de los medios de comunicación

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Reporteros sin Fronteras (RSF) publicó en marzo de 2019 un informe titulado “La búsqueda por parte de China de un nuevo orden mediático mundial” en el que reveló la estrategia de Pekín para controlar la información más allá de sus fronteras, un proyecto que la ONG considera una amenaza para la libertad de prensa en todo el mundo.

“China, que ocupa el puesto 177 de 180 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 elaborada por Reporteros sin Fronteras (RSF), está expandiendo su influencia más allá de sus fronteras para imponer su vocabulario “ideológicamente correcto”, para disuadir cualquier crítica de sí mismo y para encubrir los capítulos más oscuros de su historia”, aseguró la organización en un comunicado.

“Menos conocido que la Iniciativa del Cinturón y la Carretera, pero igual de ambicioso, este proyecto supone una amenaza para la libertad de prensa en todo el mundo”, agregó RSF.

La ONG destacó la estrategia desplegada por el Estado chino para alcanzar sus objetivos, entre las que figuran: la modernización de su radiodifusión televisiva internacional, la compra de grandes cantidades de publicidad en los medios de comunicación internacionales, la infiltración en los medios de comunicación extranjeros, pero también el recurso al chantaje, la intimidación y el hostigamiento en gran escala.

“En el espíritu del régimen de Pekín, los periodistas no pretenden ser un contrapoder, sino servir a la propaganda de los Estados”, dijo Christophe Deloire, Secretario General de RSF.

“Si las democracias no se resisten, Pekín impondrá su punto de vista y su propaganda, lo que constituye una amenaza para el periodismo y la democracia”.

La formación del “pensamiento crítico” en Pekín

En el último decenio, China ha invertido masivamente en el desarrollo de medios de comunicación capaces de llegar a un público internacional. Y lo ha logrado: la empresa estatal CGTN emite programas de televisión en 140 países y la Radio Internacional de China emite en 65 idiomas.

El régimen ha logrado convencer a decenas de miles de periodistas de países emergentes para que realicen viajes a Beijing con todos los gastos pagados para “entrenar su mente crítica” a cambio de una cobertura de prensa favorable. En cuanto a los medios de comunicación de la diáspora china, muchos de los cuales solían ser críticos con el régimen, casi todos han sido comprados y difundidos en el aparato de propaganda del Partido Comunista Chino (PCCh).

Violencia e intimidación

Beijing también está exportando sus herramientas de censura y vigilancia, incluyendo el motor de búsqueda Baidu y la plataforma de mensajería instantánea WeChat, y animando a los estados autoritarios a copiar sus regulaciones represivas, una estrategia particularmente efectiva en el Sudeste Asiático.

RSF asegura que Beijing utiliza la intimidación y la violencia para silenciar a los disidentes, incluso en las naciones democráticas.

Desde los reporteros independientes hasta los principales medios de comunicación, desde las editoriales hasta las plataformas de medios sociales, la organización asegura que ningún eslabón de la cadena de producción de noticias es inmune a la “mano invisible” de Beijing y destaca que, incluso los embajadores chinos ya no dudan en denigrar abiertamente los artículos de prensa que ponen en tela de juicio la narrativa oficial de China, y a menudo de manera poco diplomática.

Las democracias luchan por reaccionar ante estas amenazas.

Fuente: Reporteros sin Fronteras

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