Uno de los pilares fundamentales de la visión alcista de consenso sobre 2021 es la recuperación china, apoyada por estimaciones muy optimistas sobre el crecimiento de los servicios y las exportaciones.
Los detalles del índice oficial de gestores de compras (PMI por sus siglas en inglés) de febrero muestran una imagen diferente. Parece que los datos de la economía china, especialmente en servicios y exportaciones, son incoherentes con un crecimiento del PIB del 6% como esperan la mayoría de los analistas para 2021.
Las cifras de febrero fueron sorprendentemente débiles, especialmente porque la mayoría de los economistas ya esperaban una desaceleración debido a las vacaciones. El mensaje de consenso es que no debemos preocuparnos por esto, porque los PMI reflejan una debilidad estacional esperada y los efectos del aumento de casos de virus antes del Año Nuevo Lunar. Sin embargo, esos dos factores ya estaban incluidos en las estimaciones de consenso.
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El PMI manufacturero oficial bajó en febrero a 50,6, frente a 51,3 en enero. Una cifra superior a 50 significa expansión, y por debajo, contracción. Ver al sector manufacturero, motor clave de la recuperación en 2020, cerca de la contracción incluso en la cifra oficial, es preocupante. Se trata de una caída muy grande, significativamente peor que la previsión media de consenso de 51,0, en el extremo inferior de las previsiones de los economistas.
¿Qué causó esta caída?
El PMI no manufacturero, que incluye la construcción y los servicios, cayó a 51,4, por debajo de la previsión de consenso de 52,0 y el más bajo desde marzo de 2020, tras la reapertura de la economía tras el cierre.
Una caída de la construcción y una lectura muy pobre de los nuevos pedidos de exportación. Las débiles cifras del sector manufacturero y de la construcción muestran que la celebración “virtual” de las vacaciones del Año Nuevo Lunar de este año tuvo un efecto más negativo de lo estimado.
Algo va mal cuando una economía basada en las exportaciones muestra una caída masiva de los pedidos en medio de una recuperación mundial. El índice de nuevos pedidos de exportación cayó en territorio de contracción por primera vez desde septiembre de 2020.
Dos factores influyeron en la debilidad de los pedidos de exportación.
La fortaleza relativa del yuan, que redujo los pedidos de los productos de menor valor añadido, y el aumento de los PMI de los precios de los bienes y la producción, que muestra que las presiones inflacionistas siguen siendo elevadas. También podríamos concluir que el riesgo de doble recesión de la economía europea afectó a los pedidos.
Incluso si asumimos que algunos de estos factores son temporales, un dato debería causar alarma. Tanto el componente de empleo manufacturero como el no manufacturero están en retroceso, lo que indica pérdidas de empleo. Una economía que ve una caída temporal y supuestamente irrelevante en los PMI, no debería reflejar la destrucción de empleo.
La recuperación del empleo es un riesgo importante en todo el mundo. Estamos viendo un rebote importante del Producto Interior Bruto (PIB) en muchas economías, pero las cifras de creación de empleo y de crecimiento de los salarios reales no sólo son decepcionantes, sino preocupantes. ¿Por qué? Porque si el empleo y la renta disponible no se recuperan más rápidamente, será difícil ver el gran auge del consumo en el que tantos economistas se basan para justificar el sólido aumento del crecimiento económico para 2021.
La debilidad de China es mucho más que un bajón en la celebración del Año Lunar. Es evidente que la recuperación de 2020 fue más frágil de lo que sugerían la mayoría de los analistas.
Este artículo fue publicado originalmente en Zerohedge el 1 de marzo de 2021.
Autor: Daniel Lacalle.