28/11/2018. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la República Popular de China, Xi Jinping, al frente de las delegaciones de ambos países en una reunión de trabajo en La Moncloa. Foto: La Moncloa.

Falsas expectativas en las relaciones políticas España-China y su impacto negativo en la balanza comercial

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En el estudio “A power audit of EU-China relations” de 2009 se mostraba las distintas maneras en las que los países de la UE abordaban sus relaciones con China. España era de los que creían que buenas relaciones políticas podrían facilitar mayores beneficios comerciales y, tal y como afirma el historiador Javier de Carlos Izquierdo, trataba de evitar a toda costa las fricciones, no criticando abiertamente la vulneración de los derechos humanos. La realidad demuestra que esta visión era equivocada porque el déficit comercial no ha parado de crecer a favor de China.

Tal y como se ha abordado en otros informes, las empresas españolas se han encontrado  con extraordinarias dificultades para invertir en China por las restricciones para la inversión extranjera mientras, por contra, España ha abierto su mercado en igualdad de condiciones para las empresas chinas. Según el ICEX (ver ficha en pdf) el déficit de la balanza comercial, esto es, entre las importaciones y exportaciones de España con China siguió aumentando en 2019 hasta los 25.031 millones de dólares estadounidenses (USD por sus acrónimo en inglés). La tendencia en los primeros meses de 2020, cuando la pandemia estaba en sus inicios muestran un orden de magnitud similar. Esto es, en los últimos años China exporta un 400% más hacia España de lo que España exporta a China. Los principales artículos que China vende a España son aparatos máquinas y material eléctrico y mecánico, juguetes y artículos deportivos y prendas de vestir.

Fig.1: ICEX- Ficha China 2020. Importaciones y exportaciones España-China
Fig.1: ICEX- Ficha China 2020. Importaciones y exportaciones España-China.

Como se ve en la figura a continuación, del “The Observatory of Economics Complexity” promovido por el MIT (Massachusets Institute of Technology), comparando los artículos que se exportan entre ambos países se comprueba competencia en algunos sectores, como los de maquinaria mecánica y eléctrica, prendas de vestir, calzado, vehículos y productos químicos y farmacéuticos.

Fig.2: OEC-Spain vs China 2018.

Respecto a las inversiones, aunque el volumen de inversiones de China en España es menor que en otros países europeos, están en el mismo orden de magnitud que el tamaño relativo de la economía española en la UE y se centran en las áreas donde España puede aportar valor a los mega-planes “Made in China 2025” (renovables, ingeniería, automóvil, etc.) o “Belt-and-Road Initiative” (BRI por sus siglas en inglés), puertos, logística, infraestructuras, etc… En este apartado el desequilibrio también es manifiesto, puesto que China tiene un stock de inversiones en España de 18.854 millones de € en 2018 y ocupa el puesto 7 de la clasificación de países con inversión en España (4,1% del total) mientras España tiene un stock de inversiones en China de 3.169 millones de € en 2018 y ocupa el puesto 20 en la clasificación de países como destino de la inversión española (0,7% del total).

Para España, este deficit comercial crónico y en continuo aumento implica un impacto seguro en el empleo en industrias en las que la mano de obra es intensiva (calzado, textil, electrónica o automoción) algo que, desde ChinaWatch Institute, se analizará en siguientes artículos. También desde ChinaWatch Institute se mantendrá vigilancia a las inversiones directas que desde China se realicen en empresas nacionales y, en particular, de aquellas en sectores estratégicos.

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