El 5 de febrero Vox presentó en el Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley donde instó al gobierno, “impedir la participación de proveedores tecnológicos chinos en la red 5G española” por graves sospechas de ciber espionaje por parte de grandes empresas chinas vinculadas al Partido Comunista Chino (PCCh).
Vox indicó en el texto de la Proposición no de Ley que “la implantación de la tecnología 5G a nivel global es una oportunidad inmejorable para que cualquier potencia emergente intente ampliar su poder y capacidad económica a costa de la información y conocimiento de otros países”.
Y añadió que “cualquier país que quiera mantener su independencia, soberanía, influencia, seguridad nacional e incluso la supervivencia de su propia industria, debe proteger al máximo sus telecomunicaciones, y por ende su red 5G”.
Es por motivos de seguridad nacional, explicó Vox ya en julio cuando le pidió al gobierno llevar a cabo esta prohibición con otra Proposición no de Ley para prohibir a compañías extranjeras al servicio de regímenes autoritarios el acceso a la contratación pública y al régimen de liberalización de inversiones extranjeras.
Entonces también recordó la necesidad de “omitir cualquiera de los negocios jurídicos previstos en la legislación vigente con empresas provenientes de países no democráticos o que estén controlados por los gobiernos o por los ejércitos de regímenes totalitarios”.
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El portavoz de Vox en la Comisión de Industria, Jose Mária Figaredo, señaló ya en julio que España “no puede permanecer pasiva ante las implicaciones directas y desconocidas que la nueva tecnología tendría en la esfera de derechos y libertades fundamentales de sus ciudadanos”.
En la nueva proposición de febrero más centrada en el plano tecnológico, y en referencia a la postura del gobierno respecto de la controvertida tecnológica china que respalda “una autonomía estratégica y una soberanía tecnológica y digital de la UE” y apuesta por “un acceso al mercado abierto, libre y justo“, Vox dijo:
“… mientras nuestros principales socios y aliados vetan o al menos se encuentran actualmente investigando tanto a Huawei como al resto de proveedores tecnológicos chinos de red 5G, el Gobierno español presume de seguir colaborando con ellos”
Así, según Vox, el gobierno español se desmarca de otros países como Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Japón e incluso Suecia, que ya han bloqueado el acceso de grandes compañías tecnológicas chinas, en sus redes 5G.
La propuesta se debatirá en la Comisión Mixta Congreso-Senado.
