La UE y China concluyen las negociaciones y establecen un acuerdo de inversiones. (Foto: Europarl)

Más de 100 expertos exigen la suspensión del acuerdo entre la UE y China

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Más de un centenar de expertos exigen que la suspensión del acuerdo de inversión entre la Unión Europea (UE) y China, según ha sabido Der Spiegel. Mencionan como razones las graves violaciones de los derechos humanos y la supresión de los movimientos democráticos en China.

En los últimos días se creó un amplio frente de oposición al acuerdo. Más de 100 reconocidos expertos en China, investigadores y activistas de derechos humanos de todo el mundo piden que se suspenda el Acuerdo General de Inversiones (AGI) entre la UE y China. Al menos por ahora.

“A pesar de las pruebas de limpieza étnica, los trabajos forzados y otras graves violaciones de los derechos humanos, los dirigentes de las instituciones europeas optaron por firmar un acuerdo que no exige al gobierno chino ningún compromiso significativo para garantizar el fin de los crímenes de lesa humanidad o la esclavitud”, afirma la carta abierta a las instituciones de la UE, que se entregó a Der Spiegel antes de su publicación.

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El 30 de diciembre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la conclusión satisfactoria de siete años de negociaciones con China. “El acuerdo de hoy es un hito importante en nuestra relación con China y para nuestra agenda comercial basada en valores”, dijo von der Leyen.

El acuerdo pretende mejorar el acceso de las empresas europeas al mercado chino y garantizar una competencia leal. El acuerdo aún no ha entrado en vigor y debe ser ratificado por el Parlamento Europeo. Los firmantes de la carta abierta quieren impedir la ratificación.

El acuerdo “se basa en una serie de suposiciones ingenuas sobre el carácter del Partido Comunista Chino (PCCh)”, dice la carta, y “afianza la actual dependencia estratégica de Europa respecto a China y va en contra de los valores fundamentales de Europa”. Incluso el grado actual de dependencia, escriben los autores, es “alarmante”. Argumentan que las empresas estatales chinas aprovecharon el periodo posterior a la crisis financiera de 2008 “para comprar participaciones sustanciales en infraestructuras europeas clave”.

Los argumentos presentados por los partidarios del acuerdo de inversión, que afirman que China se vio obligada a hacer importantes concesiones en materia de derechos laborales durante las negociaciones, son rechazados de plano por los autores de la carta abierta. Las concesiones son “tan vagas que son esencialmente inútiles”, escriben.

“Suspensión inmediata del acuerdo”

“Además, es ilusorio imaginar que China cumplirá sus promesas en estas cuestiones de inversión y comercio cuando incumplió sus promesas con tanta regularidad en los últimos años”, se lee en la carta. Como ejemplos, los autores citan la supresión del movimiento prodemocrático en Hong Kong, los campos de trabajo forzado para la minoría musulmana uigur, las últimas sanciones impuestas por Pekín a Australia y el ruido de sables en dirección a Taiwán.

Entre los firmantes hay investigadores de la ‘London School of Economics’ y de la ‘Universidad de Princeton’, además de Dolkun Isa, presidente del Congreso Mundial Uigur, que vive en Alemania. También se han sumado el exministro de Asuntos Exteriores italiano Giulio Terzi di Sant’Agata y Harriet Evans, profesora de la ‘Universidad de Westminster’ y experta en cuestiones de género y derechos humanos en China.

Los firmantes piden a la Unión Europea “que se retire inmediatamente del Acuerdo General de Inversiones entre China y la Unión Europea” y que deje en suspenso cualquier otra negociación hasta que se produzcan avances “sustanciales y verificables” en la situación de los derechos humanos en el país.

Andreas Fulda, uno de los iniciadores de la carta y miembro del Instituto de Investigación sobre Asia de la Universidad de Nottingham, afirma: “La Comisión Europea actúa como si fuera posible separar la política y la economía, lo que en el caso de China es imposible”.

La experta en China Mareike Ohlberg, investigadora principal del Programa para Asia del German Marshall Fund, también acusa a Bruselas de ingenuidad. “Están tratando de vender el acuerdo como un éxito. Por lo tanto, se ha hecho evidente que hay una falta de comprensión sobre la confiabilidad de China como socio del tratado”.

Jakub Janda, director del Centro de Valores Europeos de Praga, cree que la soberanía de Europa está en peligro y también critica el papel de Alemania en las negociaciones. “Alemania impulsó el acuerdo en el seno de la UE, priorizando así la codicia egoísta de ciertas empresas por encima de la seguridad geopolítica de Europa”.

La Comisión Europea cree que el tratado estará terminado a principios de 2022. El texto exacto se hará público en breve.

Este artículo ha sido publicado originalmente en Der Spiegel el 25 de enero de 2021.

Autores: Maik Baumgärtner / Ann-Katrin Müller

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