El Parlamento Europeo rechaza y condena la sustracción forzada de órganos en China

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Eurodiputados de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, presidida por María Arena, denunciaron cómo el régimen chino continúa ejecutando a gran escala, los crímenes por la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia en una reciente reunión.

Sir Geoffrey Nice, que fue presidente del Tribunal de China 2019, criticó junto a algunos eurodiputados, la sustracción de órganos en China y presentó nuevas evidencias sobre estos crímenes expresando su indignación e invitando a los presentes a tomar medidas enérgicas para que la Comunidad Internacional actúe con rapidez y contundencia para poner fin a estas violaciones de los derechos humanos en China.

El Tribunal de China 2019 presidido por Geoffrey Nice QC realizó un análisis de todas las pruebas existentes, sobre la sustracción forzada de órganos y lo definió como una “forma de tráfico de órganos” o lo que es igual, un banco de órganos vivo. Alegó queen China se mata a presos de conciencia con el fin de extirpar uno o más de sus órganos. Los destinatarios de estos órganos extraídos son ciudadanos chinos o turistas internacionales de trasplantes que viajan a China y pagan sumas sustanciales para recibir órganos traficados”.

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Y continuó alegando en su análisis que “las presuntas víctimas de la sustracción forzada de órganos son principalmente personas que siguen la práctica de meditación de la Escuela Buda de Falun Gong, posiblemente junto con musulmanes uigures [un grupo étnico turco actualmente detenido en gran número en la región de Xinjiang] y algunos budistas tibetanos y cristianos de iglesias clandestinas”, concluyó en las alegaciones.

El 17 de junio de 2019, el Tribunal de China, un Tribunal Popular independiente ubicado en Londres concluyó que la sustracción forzada de órganos tuvo lugar en China desde hace varios años con conocimiento del estado (ver PDF)  aunque la información de los hechos hacia el mundo exterior, llegó más tarde. El Tribunal de China emitió su veredicto sobre la sustracción de órganos en China y el régimen chino fue declarado culpable.

A raíz de las denuncias que sobre las muertes por sustracción de órganos llegaron a conocerse en el 2006, varios investigadores, especialmente el abogado de derechos humanos canadiense David Matas y el exparlamentario David Kilgour elaboraron un amplio informe de investigación titulado Cosecha Sangrienta. El periodista de investigación Ethan Gutmann, tras la denuncia, realizó también varias investigaciones secretas para identificar la autenticidad de la acusación. Todos ellos estiman que decenas de miles de presos de conciencia de Falun Gong fueron asesinados para proporcionar un lucrativo comercio de órganos humanos y que estos abusos pueden estar en curso.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica espiritual ancestral de la tradición budista. Consiste en enseñanzas morales, cuatro ejercicios suaves y una meditación, que constituyen una forma verdaderamente única y altamente efectiva de mejorar los niveles de salud y energía.

La Organización Mundial para la Investigación de la Persecución de Falun Gong (WOIPFG por sus siglas en inglés) indica que “desde 2006, se presentaron denuncias de asesinatos en masa de practicantes de Falun Dafa por órganos. Con cada año que ha pasado desde entonces, y en particular durante los últimos años, ha surgido más evidencia que apoya las acusaciones” informa WOIPEG y añade, que “las metodologías utilizadas para analizar la masa de evidencia se han vuelto más sólidas y las preocupaciones se han vuelto cada vez más predominantes. Mientras tanto, la posición del régimen chino y sus defensores, que buscan negar los reclamos, se ha vuelto cada vez más insostenible”.

Un médico investigador y miembro del Tribunal de China, Martin Elliott, profesor de Cirugía Cardiotorácica Pediátrica del University College London, explicó a los parlamentarios europeos que hay muchas pruebas y evidencias en las que se basaron las conclusiones del Tribunal. Una prueba es que, en China “el número de donantes de órganos registrados siempre ha sido menor que el número de operaciones de trasplante”, y añadió, “lo que significa que hay un ‘banco oculto de donantes de órganos'”.

La eurodiputada española María Soraya Rodríguez Ramos, expresó también su condena ante la Subcomisión de Derechos Humanos y dijo que la sustracción de órganos en China era realmente un asesinato “a escala industrial”. Entre varios otros argumentos dijo que la Unión Europea debe controlar y reforzar la protección legal para garantizar que ninguno de estos órganos entre en los estados miembros.

Dominic Porter, jefe de los departamentos de China, Macao, Taiwán y Mongolia de la Agencia Europea de Asuntos Exteriores (SEAE por sus siglas en inglés), mostró ante el subcomité una gran preocupación y dijo que los resultados de las estadísticas sobre la pena de muerte y los trasplantes de órganos en China eran preocupaciones que se repetían constantemente. Y agregó que la Unión Europea condena la sustracción de órganos calificándolo de forma contundente, de criminal e inhumana.

Fuente: Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo

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