EE. UU. niega la entrada a miembros del Partido Comunista

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El gobierno de los Estados Unidos emitió el viernes 2 de octubre una guía de políticas que establece la inadmisibilidad en su territorio de personas que sean miembros del Partido Comunista o de cualquier otro partido totalitario.

Según la nueva guía publicada por El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS por sus siglas en inglés), “cualquier inmigrante que sea miembro o afiliado del Partido Comunista o cualquier otro partido totalitario (o subdivisión o afiliado), nacional o extranjero, es inadmisible en los Estados Unidos“.

La membresía o afiliación al Partido Comunista o cualquier otro partido totalitario es inconsistente e incompatible con el Juramento de Lealtad de Naturalización a los Estados Unidos de América, que incluye el compromiso de apoyar y defender la Constitución y las leyes de los Estados Unidos“, aclaró un comunicado oficial.

El documento recoge exenciones para los extranjeros cuya membresía se hubiera producido de manera involuntaria (siendo menor de 16 años) o por obligación “con el propósito de obtener empleo, raciones de alimentos u otros elementos esenciales para la vida y cuando sea necesario para tales propósitos“.

Si bien el documento no menciona específicamente al Partido Comunista Chino, es previsible que sus miembros sean los que se vean más afectados por esta nueva política.

De hecho, en septiembre las autoridades del Aeropuerto Metropolitano de Detroit ya devolvieron a China a un ciudadano chino que tenía una visa de viaje de 10 años que fue posteriormente cancelada.

Y es que el Departamento de Estado revocó entre mayo y septiembre más de 1000 visados de ciudadanos chinos en cumplimiento de una proclamación presidencial publicada el 29 de mayo.

La proclamación tiene el objetivo de limitar la capacidad de Pekín de robar propiedad intelectual, tecnologías e información militar sensible a través de graduados universitarios e investigadores chinos que inundan las universidades estadounidenses.

El presidente Trump  dijo antes de la proclamación: “Durante años, el gobierno de China ha realizado espionaje ilícito para robar nuestros secretos industriales, de los que hay muchos“.

Hoy, emitiré una proclamación para asegurar mejor la investigación universitaria vital de nuestra nación y suspender la entrada de ciertos ciudadanos extranjeros de China que hemos identificado como posibles riesgos de seguridad, añadió el mandatario”.

Parece que la administración Trump está traduciendo en acciones concretas lo que la Unión Europea, de momento, comienza a expresar en palabras.

El 19 de septiembre de 2019, el Parlamento Europeo emitió una resolución “sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa” donde se condenan los crímenes de los regímenes nazis y comunistas en Europa y expresó “su preocupación por el hecho de que se sigan usando símbolos de los regímenes totalitarios en la esfera pública y con fines comerciales, y recuerda que varios países europeos han prohibido el uso de símbolos nazis y comunistas“.

Recuerda que los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones y fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad (…) condena en los términos más enérgicos los actos de agresión, los crímenes contra la humanidad y las violaciones masivas de los derechos humanos perpetrados por los regímenes comunista, nazi y otros regímenes totalitarios“, se lee en el documento.

La resolución, sostiene que “Rusia sigue siendo la mayor víctima del totalitarismo comunista y que su evolución hacia un Estado democrático seguirá obstaculizada mientras el Gobierno, la élite política y la propaganda política continúen encubriendo los crímenes comunistas y ensalzando el régimen totalitario soviético; pide, por tanto, a la sociedad rusa que acepte su trágico pasado“.

También “muestra su profunda preocupación por los esfuerzos de los actuales dirigentes rusos por distorsionar los hechos históricos y ocultar los crímenes perpetrados por el régimen totalitario soviético, esfuerzos que constituyen un peligroso elemento de la guerra de la información librada contra la Europa democrática con el objetivo de dividirla, y pide a la Comisión, por tanto, que luche firmemente contra ellos“.

La resolución se centra en el ámbito europeo y no menciona al Partido Comunista Chino, el régimen comunista más poderoso del mundo y que, tristemente, ostenta el recórd de muertes no naturales a nivel mundial (70 millones estimados).

Y es que precisamente Pekín ha sido señalado por el gobierno de Estados Unidos y por multitud de expertos como el principal enemigo de la democracia a nivel mundial a la que socava con una guerra sin restricciones en la que invierte miles de millones de dólares cada año.

El investigador Ryan Fedasiuk publicó recientemente una exhaustiva investigación que reveló las partidas mil millonarias que el régimen del Partido Comunista Chino invierte en operaciones de influencia encubierta en el extranjero, como los Institutos Confucio, y en el control de la diáspora china.

Parece que a nivel internacional se está estrechando el cerco alrededor del régimen totalitario actual con mayor peso específico. Las constantes provocaciones en el Mar del Sur de China, la violación flagrante de las leyes internacionales en el caso de Hong Kong y la negligencia que provocó la actual crisis sanitaria están haciendo que muchas naciones comiencen a ver a China de una manera mucho más realista.

Y también dentro del país asiático está cambiando la percepción y los chinos están alejándose del régimen en masa. Según los datos publicados por Global Tuidang Center, una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York, más de 364 millones de chinos ya han renunciado al PCCh y sus dos organizaciones relacionadas, la Liga de la Juventud Comunista de China y los Jóvenes Pioneros de China.

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