Varios medios de comunicación españoles cuentan cómo en 2007 José Andrés Torres Mora regaló a todos los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE el libro “No pienses en un elefante” del neuro lingüista y asesor del Partido Demócrata de EE. UU. George Lakoff. Poco después se había convertido en unos de los libros de referencia del partido.

Sin duda, por su importancia, debemos empezar por el Manifiesto Comunista escrito por Karl Marx & Friedrich Engels en 1848; cimiento y motor de todo lo que vino después. Los ejemplos a continuación son una muestra de su contenido.
n la URSS los traslados de población para completar la limpieza étnica de los territorios los llevaron a zonas remotas de baja densidad demográfica. Al menos nueve grupos étnicos-lingüísticos distintos, incluyendo alemanes, griegos, polacos, tártaros de Crimea, balkarios, chechenos y calmucos, fueron deportados a zonas remotas no pobladas de Siberia y Kazajistán. Estos traslados tuvieron como consecuencia millones de muertos debido a las duras condiciones.
En realidad, todo sistema comunista se fundamenta en el control social y en el de las empresas y medios de comunicación y, en cuanto se transmitió a las naciones del Pacto de Varsovia su independencia y libertad de acción, el marco comunista fue negado lo que provocó la cascada de Revoluciones. En la URSS la libertad de prensa o el brusco cambio de una economía de planificación central a una con libertad de precios, junto con el impacto de las Revoluciones del 89, colisionó con el marco anterior haciendo imposible mantener el PCUS y muchas de las antiguas estructuras de gobierno soviéticas.
La primera, “socialismo con características chinas”, justificaba la apertura y reforma económica por el nivel relativamente bajo de riqueza material y la necesidad de participar en el crecimiento económico antes de perseguir una forma igualitaria de socialismo, lo que según su visión, conduciría a una sociedad comunista descrita en la ortodoxia marxista. Esto implicó una serie de reformas económicas que pasaron, desde la descolectivización de la agricultura y la apertura del país a la inversión extranjera durante finales de los 70 y los 80, a la privatización y concertación de la mayor parte de la industria estatal incluyendo el levantamiento del control de precios y políticas proteccionistas a finales de los 80 y 90. A pesar de ello, se mantuvieron los monopolios públicos en sectores estratégicos como la banca, las telecomunicaciones o la energía.
En el momento de la implantación de la economía comunista en ambos países, a los 8-9 años de la llegada al poder de Stalin y Mao, se vivieron unas sequías terribles que junto con desastrosas decisiones gubernamentales provocaron millones de muertes. A continuación, a los 14 años de la llegada de Stalin al poder y 17 años en el caso de Mao se purgaron a miles, millones de miembros del propio Partido.