¿Prepara China un yuan respaldado por oro? Pekín aprueba compra de millones en lingotes

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En 2018, los chinos lanzaron un contrato de derivados de petróleo respaldado por oro y denominado en yuanes. Estos contratos tenían un precio en yuanes, pero eran convertibles en oro, lo que planteó la posibilidad de que “la subida del petroyuan podría ser el golpe mortal para el dólar“.

Hace dos semanas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que la participación mundial de las reservas de divisas denominadas en dólares estadounidenses cayó al 59,0% en el cuarto trimestre, según los datos de la Composición Monetaria de las Reservas Oficiales de Divisas (COFER por sus siglas en inglés) del FMI publicados recientemente. Esta cifra coincidió con el mínimo de 25 años de 1995.

Y la semana pasada, China se convirtió en la primera gran economía en liberar una moneda digital del Banco Central, “consolidando su condición de pionera en materia de monedas virtuales muy por delante de otros países, después de haber experimentado recientemente, con pruebas a gran escala, pagos reales por parte de los consumidores, con resultados dispares”.

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También la semana pasada, Peter Thiel advirtió que “Bitcoin también debería ser considerado, en parte, como un arma financiera china contra Estados Unidos. Amenaza al dinero fiduciario, pero amenaza especialmente al dólar estadounidense”.

Todo lo cual prepara el escenario para los titulares dramáticos que llegaron esta mañana, ya que Reuters informó que China otorgó permiso a los bancos nacionales e internacionales para importar grandes cantidades de oro al país.

El Banco Popular de China (PBOC por sus siglas en inglés), banco central de la nación, controla la cantidad de oro que entra en China a través de un sistema de cuotas otorgadas a los bancos comerciales. Por lo general, permite la entrada de suficiente metal para satisfacer la demanda local, pero a veces restringe el flujo.

En las últimas semanas dio permiso para que entren grandes cantidades de lingotes, dijeron las fuentes.

“No tuvimos cuotas durante un tiempo. Ahora recibimos la mayor cantidad desde 2019”, dijo una fuente de uno de los bancos que mueven oro hacia China.

Es probable que se envíen unas 150 toneladas de oro por valor de 8.500 millones de dólares a precios actuales, según cuatro fuentes. Dos de las fuentes dijeron que el lingote se enviaría en abril. Otras dos dijeron que llegaría a China durante abril y mayo.

La noticia hizo subir los precios del oro (en dólares estadounidenses).

El tamaño de los envíos indica el espectacular regreso de China al mercado mundial de lingotes. Desde febrero de 2020, el país importó un promedio de oro por valor de unos 600 millones de dólares al mes, o aproximadamente 10 toneladas, según muestran los datos de las aduanas chinas.

En 2019 sus importaciones fueron de unos 3.500 millones de dólares al mes, o aproximadamente 75 toneladas.

¿Es esta la siguiente etapa en la que China ve el augurio de la caída del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial?

Como escribió Alasdair Macleod el año pasado, China puede escapar del destino de un colapso del dólar atando el yuan al oro. De todas las grandes economías, la de China es la mejor situada para poner en práctica una solución monetaria sólida.

Con todo su oro, monetizándolo, China podría acabar con el dólar mañana mismo. Sin duda, esta opción financieramente nuclear se convirtió en un telón de fondo de su estrategia en la actual guerra comercial y financiera contra Estados Unidos. Pero la idea de que al utilizar este indudable poder sobre el dólar, China obtiene una victoria y si a través de sus acciones se destruye el dólar, subestima una situación más compleja. A China no le interesa en muchos aspectos, sobre todo porque su propiedad de dólares es de unos 3,4 billones, de los cuales sólo 1,5 billones se invirtieron en bonos del Tesoro, agencias, empresas y deuda corporativa, y a corto plazo en Estados Unidos. El resto se utiliza activamente en la financiación de préstamos a los proveedores de materias primas de China, a los que participan en las iniciativas de la Franja y la Ruta y a otros Estados con los que China desea ganar influencia.

Si se destruye el dólar, también se destruye el peso de China en todo el mundo, porque sólo una pequeña proporción de la influencia de los préstamos de China es en renminbi. En ese sentido, si el dólar se derrumba, Estados Unidos obtiene un beneficio geopolítico sobre China, ya que sus medios de influencia internacional quedan paralizados. Los dirigentes chinos serán muy conscientes de las consecuencias de la desaparición del dólar y, por tanto, no harán nada para favorecerla. De hecho, si el dólar comienza a desplomarse en las bolsas extranjeras, podríamos encontrarnos con que China reclama cada vez más al Banco de la Reserva Federal [Fed] por sus políticas inflacionistas. Pero entonces, el problema de la Fed es y seguirá siendo la incapacidad de frenar su adicción al inflacionismo ilimitado.

Desgraciadamente, el guión incluye una crisis bancaria que tendrá efectos fundamentales en todas las monedas fiduciarias, algunas más que otras. Y como la banca internacional es mayoritariamente un asunto del dólar, después de una breve pausa las consecuencias pesarán mucho sobre él como moneda de reserva. Este desenlace del ciclo crediticio es de categoría 5 comparado con la categoría 2 ó 3 de 2008-2009. Sólo después de tal cataclismo, China no tendrá otra alternativa que abandonar todo intento de apoyar al dólar y sus medios de compra de influencia en el extranjero. China tendrá entonces que asegurar su propia moneda.

Será necesario volver a respaldar el oro, la opción nuclear que hasta ahora se evitó. Aunque el coste será la cancelación de billones de dólares y de sus medios para asegurar la influencia en el extranjero, habrá un vacío monetario que llenar. Y la compensación se encontrará en un aumento en el valor de las existencias de lingotes declaradas y no declaradas de China, así como en el enriquecimiento de su población poseedora de oro.

Está claro que a China no le interesa actualmente introducir un patrón oro que socave o destruya el dólar. Por esta razón, China sólo lo hará cuando esté claro que el dólar se encuentra en las primeras fases de un inevitable colapso inflacionario, y el riesgo de que el yuan se hunda con él debe abordarse con urgencia. Tal vez, a medida que se aclare la agenda de Biden/MMT, se vuelva más clara, es probable que una reevaluación de las perspectivas del dólar y la trampa de la deuda de los tipos de interés crecientes que se está imponiendo a los gobiernos occidentales, determine el momento.

¿Quizás la digitalización del yuan sea el “control” que China necesita para permitir esta transición?

No cabe duda de que el cambio a un yuan de oro tendrá un efecto profundo en las monedas fiduciarias restantes. Se requerirá un corto período de tiempo entre el anuncio de estos planes y su implementación para que los mercados se ajusten. Es probable que las monedas fiduciarias se enfrenten a una presión a la baja sobre su poder adquisitivo, y se debe considerar que China protege sus propios intereses al regresar a una moneda sólida y no socavar deliberadamente el dólar.

Es probable que otras naciones, en particular las de Asia, sigan a China en la implementación de sus propios estándares de intercambio de oro, y todas las naciones se enfrentarán entonces a una dura elección: ¿se aferran a sus estados de bienestar y a sus crecientes dificultades para financiarlos, o estabilizan sus monedas? Si China adopta un patrón de intercambio de oro adecuado, neutralizaría todo el poder geopolítico de Estados Unidos, tanto si éste sigue su ejemplo o no.

Este artículo fue publicado originalmente en Zerohedge el 17 de abril de 2021.

Autor: Tyler Durden

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