Se espera que se desplieguen oficiales alemanes con la Armada australiana y una fragata alemana patrullará el Océano Índico bajo el plan de Berlín para gestionar la influencia de China en la región del Indo-Pacífico.
Annegret Kramp-Karrenbauer, Ministra de Defensa de Alemania, dijo que el Indo-Pacífico se ha convertido en crucial para el bienestar del mundo.
“Creemos que Alemania debe marcar su posición en la región”, dijo en una entrevista exclusiva.
Kramp-Karrenbauer, conocida popularmente por sus iniciales AKK, dijo que Europa se había vuelto cada vez más consciente de la agenda económica y las tácticas geopolíticas de China en el último año.
“China es un importante socio comercial de Alemania y tenemos fuertes lazos económicos que son de interés para ambas partes”, dijo.
“Al mismo tiempo, no hacemos la vista gorda ante las condiciones desiguales de inversión, la apropiación agresiva de la propiedad intelectual, la distorsión de la competencia subvencionada por el Estado o los intentos de ejercer influencia mediante préstamos e inversiones”.
En 2018, Kramp-Karrenbauer, se convirtió a los 58 años, en presidenta de la Unión Demócrata Cristiana, el mayor partido político de Alemania. Posteriormente fue promocionada como sucesora de la canciller Angela Merkel. Sin embargo, en febrero anunció que no se presentaría a canciller en las esperadas elecciones de 2021 y que renunciaría a la dirección del partido.
Kramp-Karrenbauer es el primer ministro alemán que ha confirmado públicamente que las restricciones impuestas al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, excluirían efectivamente a la empresa de la red 5G de Alemania.
“Alemania está, en principio, abierta a la inversión de todas las partes. Pero si la tecnología que se nos ofrece no es irreprochable, no puede ser utilizada”, añadió.
“Las ramificaciones políticas serían simplemente demasiado graves. China es un país que entiende muy bien la dimensión política de las redes de IT [tecnologías de la información] y los flujos de datos. Estoy segura de que nuestros homólogos de Pekín entienden que los europeos sólo podemos operar con tecnología en la que confiamos”.
Australia fue el primer país occidental en prohibir Huawei por motivos de seguridad nacional en 2018. Desde entonces, los Estados Unidos y Gran Bretaña han seguido el ejemplo.
Kramp-Karrenbauer hablará en un evento virtual del Instituto Australiano de Política Estratégica co-organizado por la fundación Konrad-Adenauer Stiftung, junto con la Ministra de Defensa de Australia, Linda Reynolds.
Dijo que la presencia naval alemana en el Indo-Pacífico ayudaría a salvaguardar el orden internacional basado en reglas. La región se extiende desde el Océano Índico hasta el Mar del Coral e incluye la India, China, Japón y Australia.
“Esperamos poder desplegarnos el año que viene”, comentó. “Gastaremos más en defensa en 2021 que en 2020, a pesar de que el coronavirus ha afectado a nuestros presupuestos. Ahora la clave es traducir esto en una fuerza real”.
Kramp-Karrenbauer no comentó específicamente si la fragata llevará a cabo ejercicios de libertad de navegación en el Mar de China Meridional, donde China ha hecho reclamos territoriales que son disputados por países de Asia, la Unión Europea, Australia y los Estados Unidos.
“Dados los crecientes desafíos de seguridad en la región indo-pacífica, mi objetivo es intensificar nuestra colaboración bilateral y multilateral. Eso podría incluir, por ejemplo, el embarque de oficiales alemanes en unidades de la marina australiana, un proyecto que se está negociando mientras hablamos”, manifestó.
Alemania está trabajando dentro de la OTAN para ampliar las relaciones con estados afines como Australia en Indo-Pacífico, confirmó Kramp-Karrenbauer. La alianza ha involucrado históricamente a 30 países de América del Norte y Europa.
“Compartimos los mismos valores, principios e intereses. Como consecuencia, estamos unidos contra aquellos que nos desafían”, agregó.
“Estoy convencida de que las controversias territoriales, las violaciones del derecho internacional y las ambiciones de China por la supremacía mundial, sólo pueden abordarse de forma multilateral”.
Los comentarios de Kramp-Karrenbauerare son los más directos de un ministro alemán o europeo sobre China hasta la fecha. China es el mayor socio comercial de Alemania y Alemania ha optado históricamente por una política exterior y una perspectiva de defensa más cautelosas desde la Segunda Guerra Mundial.
Merkel ha sido criticada por los diputados alemanes y dentro de su partido por no hablar con la suficiente firmeza sobre la nueva ley de seguridad de Pekín impuesta en Hong Kong y la detención de uigures musulmanes en Xinjiang.
Europa también está cada vez más preocupada por el futuro de Taiwán después de que Pekín impusiera nuevas leyes de seguridad nacional en Hong Kong, aumentara su presencia militar en el estrecho de Taiwán y difundiera una corriente de vídeos de propaganda que preparaban al público chino para una posible invasión.
El Partido Comunista Chino reinsertó la palabra “pacífico” en su deseo de unificarse con Taiwán a través de su Plan Quinquenal la semana pasada, después de haberlo omitido en mayo.
“Cualquier cosa fuera de un arreglo pacífico de los asuntos a través del Estrecho de Taiwán sería visto como un gran fracaso del arte de gobernar”, dijo Kramp-Karrenbauer. “Una lógica puramente militar en esta confrontación sólo produciría perdedores”.
La Ministra de Defensa, que fue miembro del Bundestag alemán durante casi dos décadas y jefa de su estado de Sarre entre 2011 y 2018, dijo que las propias acciones recientes de China, en lugar de aumentar la presión de los Estados Unidos, habían desencadenado un “replanteamiento en toda Europa”.
“Lo que será crucial, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses [del miércoles], es si Occidente puede estar más unido en sus tratos con Pekín”, añadió.
“Siempre hemos tenido nuestras rencillas al otro lado del Atlántico. Eso no cambiará. La clave es que hagamos bien las cosas importantes. China es algo importante”.
Autores: Eryk Bagshaw y Latika Bourke
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Sydney Morning Herald el 2 de noviembre de 2020.
