El jueves 4 de marzo, el Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad un proyecto de ley que incrementará la supervisión de los Institutos Confucio, centros culturales financiados por China que desarrollan su actividad en los campus universitarios.
El proyecto de ley cortará la financiación federal a una universidad o escuela superior a menos que su Instituto Confucio en el campus cumpla con las disposiciones estipuladas, incluyendo la libertad académica, la prohibición de la aplicación de cualquier ley extranjera, y la concesión de la plena autoridad de gestión del Instituto Confucio a la universidad.
El proyecto de ley, presentado por el senador John Kennedy, republicano de Los Ángeles, se enviará a continuación a la Cámara de Representantes para su consideración. Los copatrocinadores originales son los senadores Marsha Blackburn (R-TN), Chuck Grassley (R-IA), Josh Hawley (R-MO), Rogers Marshall (R-KS) y Thom Tillis (R-NC).
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El 13 de agosto de 2020, el Departamento de Estado bajo la administración Trump designó al Centro del Instituto Confucio de Estados Unidos (CIUS por sus siglas en inglés), que sirve como sede de facto de la red del Instituto Confucio en Washington D.C., como misión extranjera de la República Popular China.
En octubre, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y la secretaria de Educación, Betsy DeVos, enviaron conjuntamente cartas a los principales responsables de las escuelas estatales para advertir que las aulas de K-12 y las universidades de todo el país están siendo objeto de las operaciones de influencia del Partido Comunista Chino (PCCh), incluida la presencia de los Institutos Confucio en los campus.
“Puede resultar sorprendente para muchos educadores que cientos de escuelas estadounidenses utilicen un plan de estudios desarrollado por un gobierno autoritario e impartido por profesores que son investigados, suministrados y pagados por ese mismo gobierno, en asociación con escuelas y distritos escolares estadounidenses. Una revisión de la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado descubrió que, por lo general, se requiere la aprobación de una institución afiliada al Ministerio de Educación de la República Popular China para cubrir los puestos de enseñanza asociados a las Aulas Confucio”.
La Asociación Americana de Profesores Universitarios, (AAUP por sus siglas en inglés), publicó un informe en 2014 en el que recomendaba a las universidades profundizar en los planes de estudio y en los programas que se llevan a cabo en las aulas.
“Los Institutos Confucio funcionan como un brazo del estado chino y se les permite ignorar la libertad académica”, dice la declaración, que también destaca la falta de transparencia. “La mayoría de los acuerdos por los que se establecen los Institutos Confucio incluyen cláusulas de no divulgación y concesiones inaceptables a los objetivos y prácticas políticas del gobierno de China. En concreto, las universidades norteamericanas permiten que los Institutos Confucio promuevan una agenda estatal en la contratación y el control del personal académico, en la elección del plan de estudios y en la restricción del debate”.
Artículo publicado por China Scope el 7 de marzo de 2021.
