La publicación de Hong Kong, South China Morning Post, informó que a través de un “canal secundario” establecido, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, “ordenó” a Biden de manera poco diplomática que se reincorporara al Acuerdo Nuclear de Irán, levantara las sanciones a Irán y que revocara las políticas de línea dura contra el régimen comunista chino.
“Estados Unidos volverá al acuerdo nuclear con Irán lo antes posible y sin condiciones previas, y Estados Unidos también debería eliminar todas las sanciones impuestas a Irán, otras entidades e individuos de terceros”, dijo Yi durante una videoconferencia organizada por la Unión Europea.
A la conferencia asistieron virtualmente los ministros de relaciones exteriores de Rusia, Irán, Gran Bretaña, Francia y Alemania, todos ellos signatarios del Plan de Acción Integral Conjunto (Acuerdo Nuclear de Irán) del que el presidente Trump sacó a Estados Unidos en 2018.
Communist China already pushing around Bidenhttps://t.co/cg5HET4vIB
— Mark R. Levin (@marklevinshow) December 23, 2020
Los representantes de Alemania, Irán, China, Rusia y Reino Unido “dieron la bienvenida” a la posibilidad de que una administración Biden volviera a poner a EE. UU. en el redil subordinado.
La idea de que el equipo de Biden habría abierto comunicaciones de “canal secundario” con la dictadura china en asuntos de política estadounidense y relaciones exteriores, supone que el equipo de Biden habría cometido las mismas irregularidades por los que demócratas y progresistas querían que el general Michael Flynn, asesor de la campaña del presidente Trump, fuera encarcelado.
La Ley Logan, que los demócratas citaron al alegar obstrucción y comunicaciones ilegales por parte de la administración entrante de Trump, es una ley de 1799 que exige la multa y/o el encarcelamiento de ciudadanos privados que intenten intervenir sin autorización en asuntos entre Estados Unidos y gobiernos extranjeros.
En base a esta ley tanto el aspirante demócrata a la presidencia Joe Biden, como su compañera, la senadora estadounidense Kamala Harris y el resto de su equipo, todavía son considerados como ciudadanos privados y no cuentan con cargos oficiales en el gobierno de Estados unidos hasta la inauguración el 20 de enero.
Artículo publicado originalmente en National File el 25 diciembre 2020.
Autor: Frank Salvato