Xi Jinping, lider del PCCh y Mao Zedong (Imágenes www.kremlin.ru y Ge Xiaoguang respectivamente vía Creative Commons)

Resucitando a Mao: La nueva ‘diplomacia del guerrero lobo’ de Xi Jinping

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Recientemente el Ministerio de Relaciones Exteriores de China amenazó con tomar medidas contra Australia por hablar de su campaña contra la democracia en Hong Kong. Así mismo, el Ministerio de Cultura y Turismo de China lanzó una campaña de turismo a favor de Australia para acercar a los dos países. En las últimas dos semanas, China ha encandilado al gobierno australiano con una serie de declaraciones contradictorias sobre el comercio, así como sobre la relación en general.

China sigue una política exterior beligerante que señala a países como Australia para castigarlos, como ejemplo para otros gobiernos. ¿El “delito” de Australia? En pocas palabras: aprobar leyes destinadas a proteger el sistema político contra la interferencia del Partido Comunista Chino (PCCh), lanzar ejercicios de libertad de navegación en las aguas internacionales del Mar de China Meridional por donde pasa la mayor parte de la navegación australiana y atreverse a pedir al gobierno de Xi que examine los orígenes del brote de COVID-19 que desencadenó la devastadora pandemia mundial.

Mao Zedong le dijo a los primeros diplomáticos de China: “El trabajo diplomático es una lucha política; no te comprometes en una guerra de armas, te comprometes en una guerra de palabras”. Los asuntos exteriores de la era Xi están comprometidos en una guerra en casi todos los frentes, así como una guerra de palabras. Los dirigentes del PCCh evidentemente creen que están en una posición de fuerza frente a Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Australia y otros gobiernos occidentales.

Poco después de llegar al poder en 2012, el líder chino, Xi Jinping, introdujo un reajuste en la política de asuntos exteriores de China. El enfoque del gobierno del PCCh en materia de asuntos exteriores incluye una estrategia detallada de gestión de los extranjeros. Presionar a los individuos como sustitutos de sus gobiernos es uno de los primeros signos de deterioro de la relación, como ya lo han experimentado de primera mano los periodistas y analistas chinos de Australia. Dos australianos, varios canadienses y al menos un estadounidense han sido arrestados por cargos de espionaje. También se ha detenido a decenas de profesores extranjeros en China por acusaciones a veces infundadas.

Xi está haciendo retroceder a China, restaurando las políticas de asuntos exteriores de los dos períodos más represivos de la era de Mao: 1949 a 1952, cuando las políticas de Mao exprimieron a las empresas, periodistas y misioneros extranjeros para crear la “Nueva China”, y los años de la Revolución Cultural, de 1966 a 1969, cuando Mao lanzó drásticas purgas contra la influencia extranjera en la sociedad china.

Xi es un gran admirador de Mao e incluso diseña su ropa y su postura para parecerse a él. Xi Jinping fue un joven activista en los años de la Revolución Cultural y se unió al PCCh en 1971. Uno de los primeros discursos de Xi Jinping como líder se hizo eco de muchas frases y encuadres de Mao, incluida la jactancia de que China pronto tendría la “posición dominante” en los asuntos mundiales.

En 2014, Xi lanzó la Iniciativa ‘La Franja y la Ruta’, un orden mundial estratégico, económico y político centrado en China. Xi también relanzó los esfuerzos de propaganda externa de China con un nuevo mensaje y nuevos presupuestos masivos. La maquinaria de propaganda externa del PCCh ha ido al ataque. Las plataformas de medios sociales occidentales como Twitter, Facebook y YouTube fueron prohibidas en China hace mucho tiempo. Sin embargo, los diplomáticos chinos y los medios de propaganda extranjeros abrieron cuentas y lanzaron un nuevo y combativo estilo de mensajes exteriores, conocido como “diplomacia del guerrero lobo”.

La pandemia fortaleció el poderío relativo de China, así como su apetito de confrontación. A principios de 2020, los organismos del PCCh ordenaron a los grupos de representantes del PCCh para que compraran grandes cantidades de equipo de protección personal en todo el mundo y lo enviaran de vuelta a China. Luego, cuando otros países tuvieron escasez de suministros, el gobierno del PCCh amenazó con retener las ventas de Equipo de Protección Personal (EPP) a estados como Nueva Zelanda que habían cerrado tempranamente las fronteras a los viajeros chinos.

El gobierno del PCCh y la empresa de telecomunicaciones Huawei enviaron puntualmente suministros a granel de EPP a los países de Europa que aún no habían tomado una decisión definitiva sobre Huawei en sus sistemas 5G. El Ejército Popular de Liberación ha afirmado su posición en el Mar del Sur de China, India y Taiwán. Los ataques cibernéticos de China contra los estados vulnerables también han aumentado. Xi ha dicho repetidamente al pueblo chino que se prepare para la guerra.

Las relaciones exteriores de la era Deng se inclinaban más por la apertura de China, con un endurecimiento político periódico. Pero la era Xi ha sido una de endurecimiento permanente, sin aflojamiento a la vista, así como un borrado del devenir y un renacimiento de las ideas maoístas.

El especialista en política de EE. UU. y China, Rick Baum, escribió que las reformas económicas y administrativas de Deng Xiaoping habían enterrado a Mao”. Las políticas de asuntos exteriores de la era Xi no han enterrado completamente a Deng, pero sus iniciativas han desenterrado definitivamente el fantasma de Mao Zedong.

Al igual que en China en los años de Mao, el resultado del restablecimiento de los asuntos exteriores de Xi es que las empresas y los individuos extranjeros están huyendo de China. Tal vez Mao Zedong y Deng Xiaoping se revuelven ahora inquietamente en sus tumbas, murmurando que Xi ha cometido el error fatal de “levantar una piedra para dejarla caer sobre los pies”.

Apaciguar este nivel de agresión no es una estrategia sabia. Australia, al igual que otros estados afines, debe estar preparada para aceptar cierto grado de dolor a corto plazo para el beneficio a largo plazo de la defensa de los principales intereses nacionales.

Autor: Anne-Marie Brady

Este artículo fue publicado originalmente en Sidney Morning Herald el 16 de noviembre de 2020.

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