Mientras la dictadura china presiona a las empresas nacionales para que lancen sus OPI en las bolsas nacionales en lugar de en Nueva York o Hong Kong, Xi anunció recientemente que se está preparando para abrir una nueva bolsa de valores en Pekín que albergará acciones de industrias pequeñas y medianas “centradas en la innovación”.
La nueva bolsa se unirá a las otras bolsas chinas de Shanghái y Shenzen. Por primera vez se discutió, según Informó Reuters, la creación de una nueva bolsa como estrategia para fortalecer los mercados de capitales de China, ya que las autoridades financieras se ven obligadas a controlar los niveles de deuda y cambiar su enfoque hacia el financiamiento de acciones.
El presidente Xi anunció recientemente el nuevo intercambio durante un discurso por vídeo en la Feria Internacional de Comercio de Servicios de China. En otros comentarios, prometió igualmente que China “creará más posibilidades de cooperación aumentando el apoyo al crecimiento del sector de los servicios en los países de la Franja y la Ruta”.
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Él tiene previsto conseguirlo “profundizando la reforma de la Nueva Tercera Junta y estableciendo la bolsa de valores de Pekín como la plataforma principal al servicio de las PYMES orientadas a la innovación”.
Tras las declaraciones de Xi, el regulador de valores de China emitió un comunicado en el que afirmó que una bolsa de valores en Pekín ayudaría a profundizar en las reformas estructurales de la oferta financiera y a mejorar los sistemas del mercado de capitales. La Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC por sus siglas en inglés) dijo que su dirección estaba “entusiasmada” con la perspectiva, que estudiaría a fondo la propuesta del presidente y que la aplicaría con determinación. “Las pequeñas y medianas empresas pueden hacer grandes cosas”, dijo la CSRC.
El anuncio llega en un momento en el que el futuro de las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos está en duda. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC por sus siglas en inglés) detuvo todas las solicitudes de las empresas chinas hasta que acuerden cumplir con los elevados estándares de auditoría estadounidenses a las que Pekín se ha opuesto rotundamente, según el Financial Times.
El lanzamiento de la nueva bolsa se produce en un momento en el que el gobierno del presidente Xi puso en marcha una serie de reformas normativas y políticas en las últimas semanas. Las medidas de represión, que en un principio se dirigieron a los préstamos a las empresas de tecnología financiera y a los abusos antimonopolio y de datos personales, se extendieron a empresas de toda la economía, desde la educación y los juegos hasta los servicios de transporte por carretera y las entregas de alimentos. Durante su discurso, Xi también se centró en sus planes para beneficiar a la “prosperidad común”, que se benefició de una promesa de 15.000 millones de dólares de Alibaba. Se trata del reenfoque en la “redistribución de la riqueza” que el presidente Xi desplegó, supuestamente para impulsar las cifras de la clase media china.
Son comunistas, después de todo.
Este artículo fue publicado originalmente en Zerohedge el 2 de septiembre de 2021
Autor:Tyler Durden
